La INTERIORIDAD es un aspecto esencial para el desarrollo de la competencia espiritual, porque nos pone en camino con nuestro propio yo, a abrirnos a los demás y a la transcendencia.
El trabajo de la interioridad es básico para la construcción de la personalidad y el desarrollo de la inteligencia emocional. Nos permitirá identificar y regular nuestros sentimientos y desarrollar habilidades para advertir en los demás estados de ánimoque van más allá de lo que los sentidos pueden captar.
La interioridad se trabaja a través de la respiración, la relajación, la visualización, el equilibrio corporal; se trata de experimentar combinando técnicas que hagan a nuestro cuerpo colaborar con los sentidos, las emociones y los recuerdos.
Dinámicas como el espacio de la clam, visibilización de experiencias de asombro, el abrazo de contención, de cariño, la meditación, son algunas de las que empleamos para potenciar la autoestima y las habilidades socio-emocionales.
Habilidades que nos permitan una vida sana y equilibrada, una vida con sentido para una humanidad más justa y solidaria.
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